Al nacer, la epidermis todavía no está formada del todo, por lo que la piel es especialmente delicada durante las primeras etapas de la vida. Esto hace que sea propensa a eccemas y lesiones. Para poder proteger la piel de los más peques es crucial conocer qué cuidados requiere y cómo curar una herida de manera adecuada.
A continuación, te compartimos las mejores recomendaciones. Descubre los aspectos clave para mantener sana la piel de tu bebé y cuidarla en cada etapa de su desarrollo.
La piel es la barrera natural que protege el cuerpo, sin embargo, es muy permeable hasta los dos años de edad. Esto significa que la piel tiende a perder hidratación rápidamente y a ser más vulnerable ante agentes externos. Además, el mecanismo de sudoración tampoco está desarrollado. Esto hace que el control de la temperatura sea mucho más difícil y la piel se encuentre menos hidratada.
Esto causa que piel seca, propensa a irritarse con facilidad, siendo frecuentes los eccemas y la piel atópica. Por lo que es esencial tener cuidado con lo que se pone en su piel sensible, ya que los irritantes y alérgenos se absorben con facilidad.
Cuando comienzan a gatear hay mayor probabilidad de que tu peque se haga alguna herida. Tratar las lesiones leves de manera rápida y sencilla en casa es posible con Leukoplast, pero hay tres aspectos relevantes. Estos son: cuándo es necesario acudir a urgencias, cómo se debe desinfectar una herida y cuáles son los productos más adecuados para proteger la piel.
¿Si mi bebé se hace una herida cuándo hay que acudir a urgencias?
Las pequeñas heridas se pueden curar en casa sin problemas. Pero si se dan estas tres situaciones es mejor pedir cita en pediatría o acudir a urgencias:
¿Cuál es la mejor manera de desinfectar una herida?
Lavar suavemente una herida con agua tibia es suficiente para eliminar cualquier resto de suciedad. Sin embargo, para impedir el crecimiento de cualquier microorganismo lo más adecuado es desinfectar la herida con sustancias antisépticas. La mejor opción es la clorhexidina, llamada por su habitual nombre comercial: Cristalmina.
Junto a la clorhexidina, también es frecuente encontrar la povidona yodada, más conocida como Betadine. Pero el yodo no se recomienda en menores de seis años debido a que la tiroides no está todavía desarrollada y hay riesgo de hipotiroidismo.
Por otro lado, el agua oxigenada y el alcohol presentes en cualquier botiquín, son mejores para limpiar superficies o desinfectar las manos que para curar heridas. Son sustancias demasiado irritantes para el tejido dañado de las heridas, sobre todo, de aquellas que todavía no se encuentran infectadas.
Cubrir la herida con un apósito adecuado es esencial para proteger la piel, evitar infecciones y favorecer su curación. Los apósitos infantiles con alegres dibujos permiten a los más peques olvidar el dolor. Pero los apósitos con adhesivo de silicona de Leukoplast son ideales para la piel sensible de los bebés.
La silicona es suave, no irritante, ideal para la piel atópica y se adhiere suavemente a la piel sin dolor al retirar el apósito. Además, crea un entorno óptimo para la cicatrización al mantener la humedad y proteger la herida de bacterias y contaminantes externos.
En definitiva, con los cuidados adecuados y el uso de productos específicamente diseñados para su piel delicada, es posible curar cualquier herida. ¡Cuenta con Leukoplast podrás mantener el bienestar de tu peque conforme crece y va descubriendo el mundo!
Apósito absorbente para pieles sensibles o frágiles
Lámina de fijación atraumática para zonas amplias, para fijar apósitos o dispositivos en pieles frágiles.
Esparadrapo con adhesivo de silicona, reajustable, para fijar apósitos en pieles frágiles
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- Azcona, L. (2005). Cuidado de la piel del bebé. Leer ahora
