Persona con varias heridas quirúrgicas y apósitos cubriéndolas

Tipos de heridas

Cómo curar una herida quirúrgica

Si has pasado recientemente por una intervención quirúrgica, es natural preocuparse por la cicatrización y el proceso de curación de las heridas. Las heridas quirúrgicas o postoperatorias son incisiones realizadas en la piel y los tejidos para acceder a órganos o realizar procedimientos médicos. Cuidar adecuadamente estas heridas es fundamental para una pronta recuperación y evitar complicaciones posteriores.

Una operación puede resultar en una pequeña incisión o una sutura de mayor tamaño, por ello resulta clave saber cómo tratar este tipo de heridas en casa durante el periodo postoperatorio y cómo saber qué apósitos son los más adecuados.

¿Qué es herida quirúrgica?

Imagen de una enfermera tratando a un paciente

Las heridas quirúrgicas son aquellas derivadas de cualquier operación o intervención quirúrgica, como su propio nombre indica. Al tratarse de heridas más profundas que atraviesan distintas capas de la piel, se debilita la barrera natural del cuerpo. Esto hace que su proceso de cicatrización y el riesgo de infección sea mayor.

Algunas de las heridas más comunes son aquellas derivadas de la cirugía abdominal, como las operaciones de apendicitis y las laparoscopias.

Apendicitis

La apendicitis es una afección en la cual se inflama el apéndice, un pequeño saco que se encuentra adherido al intestino grueso. La intervención consta de una pequeña incisión en el lateral inferior derecho del abdomen, por el cual se extirpa el apéndice, dejando tras de sí una herida que requiere una cicatrización cuidadosa.

Laparoscopias

Una laparoscopia es un procedimiento que permite observar el interior del abdomen o la pelvis mediante un laparoscopio, un pequeño y flexible tubo que se introduce a través de una incisión, normalmente en el ombligo.

Gracias a esta cirugía mínimamente invasiva es posible realizar biopsias o extirpar cualquier área anormal, por ejemplo, para tratar pequeños cánceres ginecológicos. Tras ella, pueden quedar una o varias incisiones alrededor del abdomen.

¿Cómo tratar una herida quirúrgica?

Para conseguir una buena cicatrización y evitar infecciones es esencial seguir las pautas indicadas por tu profesional de la salud tras la operación y que realices siempre estos pasos indispensables:

  1. Limpiar la herida
    Un paso básico en prácticamente todo tipo de curas es la limpieza previa, tanto de tus manos como de la herida. No levantes los apósitos durante las 24 horas posteriores a la operación y evita frotar o raspar la herida al limpiarla, ya que puedes provocar que se abra o inflame más de lo normal.

  2. Protégela correctamente
    Cubre la herida con un apósito estéril para evitar el roce con tu ropa y protegerla de posibles agresiones externas. Utiliza los apósitos que te recomendasen tras la intervención. Si tienes cualquier duda puedes preguntar en tu farmacia más cercana o encontrar más información en nuestra web.

  3. Realiza un control constante
    No es necesario que revises la herida a cada instante, pero no te olvides de controlar su estado a diario. Inspecciona su apariencia y si hay signos de infección como enrojecimiento excesivo, hinchazón o secreción de pus. 

Cómo escoger tu apósito ideal

A la hora de proteger tu herida, es importante tener en cuenta diversos factores que determinarán qué tipo de apósito es más adecuado para ti:

  • Si tu herida está abierta o cerrada: según el estado de la herida, puede ser que necesites un apósito convencional que solo actúe como barrera protectora, un apósito más absorbente que controle la supuración o quizás un apósito específico para tratar infecciones si tu herida ha empeorado.
Imagen del apósito Leukoplast Leukomed Sorbact
  • El tiempo que debes llevar el apósito: si tu herida requiere llevar un apósito durante más de 3 o 4 días, quizás te conviene utilizar un apósito impermeable que te permita ducharte o bañarte sin necesidad de cambiarlo varias veces.

  • La localización y el tamaño de la herida: si la herida es de mayor tamaño o está situada en una zona articular o de mucho movimiento, puedes contar con láminas de fijación. Estas cubrirán un área mayor y se adaptarán a cualquier parte del cuerpo sin despegarse.
  • El tipo de piel que tengas: si tu piel tiende a ser sensible, puedes encontrar apósitos suaves pero con una buena fijación que faciliten la retirada de una manera atraumática.

En conclusión, las heridas quirúrgicas requieren un cuidado mayor para asegurar una recuperación sana y completa, pero tan importante es cuidar de la lesión como cuidar de ti. Encuentras las soluciones que mejor se adapten a tus necesidades y más te faciliten el proceso de postoperatorio, porque con una herida ya es suficiente.

Productos recomendados

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Apósito antibacteriano y antifúngico para heridas quirúrgicas o traumáticas.

Leukomed® T plus

Apósito estéril con gasa, respetuoso con la piel, para heridas pequeñas y medianas.

Leukomed® skin sensitive

Apósito absorbente para pieles sensibles o frágiles 

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Bibliografía

- U.S. National Library of Medicine. (2022). Cuidado de heridas quirúrgicas abiertas. Medlineplus Enciclopedia Médica. Leer ahora 

- Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. (2023). Cuidado de la herida quirúrgica en su domicilio. Leer ahora

- U.S. National Library of Medicine. (2022). Cuidado de heridas quirúrgicas cerradas. Medlineplus Enciclopedia Médica. Leer ahora