Ahora que sabemos qué apósito impermeable es más recomendable según el tipo de herida, es importante determinar cuándo conviene utilizarlo para nadar. Aunque esta decisión puede estar indicada por tu profesional sanitario, este tipo de protección resulta útil en situaciones frecuentes como:
- Tras una pequeña cirugía o una sutura.
- Para cortes o rozaduras que aún están en proceso de cicatrización.
- Cuando se necesita un cuidado extra en heridas grandes.
En cualquiera de estos casos, un apósito impermeable ayuda a mantener la herida cubierta y protegida, evitando que se irrite, se abra, se infecte o, en general, que el proceso de cicatrización empeore innecesariamente.
En conclusión, el cuidado de una herida no debería ser un obstáculo para disfrutar del agua. Protegerla con un apósito impermeable antes de nadar es una medida sencilla que ayuda a prevenir posibles complicaciones. Independientemente de si se trata de un corte, una abrasión, una ampolla o una herida que requiere atención, como las quirúrgicas o las más extensas, contar con la protección adecuada te permitirá disfrutar de todas las actividades que quieras hacer de manera más segura.