Cuatro de cada cinco quemaduras graves se producen durante actividades de ocio tales como preparar barbacoas o cocinar y durante accidentes de tráfico. En función de la duración y de la temperatura, el calor puede provocar grandes daños sobre la piel. Las quemaduras se clasifican en diferentes grados: las quemaduras de primer grado afectan a la epidermis, las de segundo grado dañan la piel hasta la dermis. Las quemaduras de tercer grado destruyen toda el área cutánea, incluyendo los nervios y los vasos sanguíneos.
